Magtel, empresa asociada a CESUR, inicia los trabajos para convertir el embalse de Inznájar en Córdoba en un punto de generación hidroeléctrica. Con una inversión de 100 millones de euros aspira a ser una hidroeléctrica reversible, futuro del sector de la creación de electricidad.
Con este objetivo nuestra asociada ya ha iniciado los trámites ante el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España.
A diferencia de una hidroeléctrica tradicional, la hidroeléctrica reversible funciona como un sistema de alimentación de una fuente o estanque, es decir, es un sistema cerrado en el que el agua siempre vuelve al embalse de referencia por lo que se evita la pérdida de recursos.
Hay varios modelos. El primero de ellos, es el de usar dos embalses cercanos que se encuentran a diferentes alturas. Se deja caer el agua desde el que está encima al que está a menor cota produciendo energía. Parte de esa electricidad se dedica a bombear el agua al pantano superior. Otra parte es la que se vende al sistema general energético y es la que permite hacer negocio a la empresa propietaria.
Este sistema no es posible en el caso de ya que no tiene un pantano a distinta altura cera por lo que ese inconveniente se salva, según el proyecto presentado, generando una enorme balsa que se encuentra a una cota superior del pantano ubicado en el municipio de la provincia de Córdoba. En concreto, Magtel plantea construirlo en el municipio malagueño de Cuevas de San Marcos.