Entrevista a Juan Iturri, presidente de CESUR, en el diario El Confidencial publicada el domingo 6 de junio
Juan Iturri, CEO de la empresa Iturri —dedicada al material y vestuario de Defensa—, se ha caracterizado siempre por su discreción y por una trayectoria poco dada a los eventos sociales y empresariales de Sevilla. Por eso, sorprende aún más que haya aceptado recientemente tomar el relevo de Ricardo Pumar (Inmobiliaria del Sur) como nuevo presidente de Cesur, el Círculo de Empresarios del Sur de España, una "asociación de empresarios y altos directivos sin ánimo de lucro, privada e independiente" que surgió en el año 2015.
Este empresario, que recibe a El Confidencial en el día de su 60 cumpleaños, reconoce que la pandemia le ha hecho reflexionar y animarse a ayudar aún más en lo que pueda a su tierra. "Hemos visto tantos comportamientos ejemplares en este último año que son una inspiración para redoblar el compromiso por la sociedad".
La próxima semana, Cesur entregará sus Premios anuales a Felipe González, Grupo Restalia (100 Montaditos, La Sureña, TGB…), Enrique Ybarra (Citysightseeing), Grupo Industrial CL y Supermercados MAS.
PREGUNTA. ¿En qué punto se encuentra la economía española?
RESPUESTA. Estamos en el punto de inflexión. Sabíamos que la clave de todo eran las vacunas y ya lo estamos notando. Lo que se nota este mes tras la salida del estado de alarma y la vacunación masiva es una alegría en la calle y en las empresas que no tiene nada que ver con lo de hace solo unas semanas. Estamos ya saliendo de la crisis y la gente percibe que tras tocar fondo hemos empezado a levantarnos, lo cual genera una dinámica muy positiva, que se va a notar en pocos meses. Aun así, es evidente que todavía hay gente que lo está pasando mal y hay que ayudarla.
P. Pero la recuperación está muy lejos de aquella famosa V que nos dijeron al principio. Tardaremos dos años en volver a estar al nivel de antes…
R. Subir un 5% este año y un 7% el próximo no es poco, aunque las medias siempre son injustas y ocultan crecimientos mucho mayores de algunos mientras que otros no han logrado ese nivel. En cualquier caso, el gran peligro es que nos contentemos con volver a donde estábamos, que nos conformemos solo con eso. Será un grave error del que nos arrepentiremos si pensamos que ya estamos en camino de llegar a donde antes y con eso vale, porque donde estábamos antes no era un buen sitio. Andalucía y Extremadura siguen a la cola de España desde hace décadas, y el momento del cambio es ahora. Es el momento de transformar las cosas y no sé si somos conscientes en el Sur de España de esta posibilidad.
P. ¿Y podremos aguantar dos años más así?
R. No es tan importante la velocidad de la recuperación como la profundidad de la recuperación, y que sirva para cambiar las cosas. ¿Queremos seguir creciendo un 2% en el momento de vacas gordas y que después caigamos otro 2% en el momento de las vacas flacas pero que todo siga igual, incluyendo el desempleo? ¿O queremos un modelo productivo mucho más saneado y diversificado? Yo creo que se puede hacer, porque hay dinero ahora para invertir y hay que aprovecharlo.
P. ¿Tenemos capacidad de afrontar ese reto del cambio en Andalucía y Extremadura, donde hay una cierta tendencia el inmovilismo empresarial y social?
R. Creo que tenemos más capacidad que nunca. En primer lugar, porque ya hay un cierto consenso social en ambas regiones de que no podemos seguir a la cola de España y de Europa. Y en segundo lugar, porque se han producido tantos cambios en estos meses que ya no nos parece tan complicado hacerlo. Lo más difícil de cambiar es la cabeza y eso ya está hecho. Por ejemplo, las tecnologías que estamos utilizando en estos últimos meses ya existían desde hace unos años pero no lo usábamos, hasta que nos hemos visto obligados. Eso nos ha despertado. Lo más difícil de hacer deporte es empezar, y aquí nos ha pasado lo mismo. Lo más difícil ya ha empezado, y encima ahora llegan unas ayudas en forma de fondos europeos.
P. ¿Cree que los fondos europeos van a cambiar Andalucía y Extremadura?
R. No lo sé, pero son una grandísima oportunidad. Por otra parte, hay que decir que no son un regalo. La UE se nutre con los impuestos de todos y se va a producir un cierto traspaso de rentas de países más ricos a otros menos ricos pero lo pagamos todos y con préstamos de futuro. Y nosotros nos vamos a endeudar hoy para que nuestros hijos paguen después la factura en muchos años, así que más vale que acertemos y no nos equivoquemos, porque bien usados, esos fondos pueden ser una herramienta de transformación y de equilibrio territorial para Andalucía y Extremadura.
P. Hablando de equilibrios, parece que Andalucía se la juega todo a la recuperación del sector turístico… ¿No es volver a lo mismo de siempre?
R. Bueno, Andalucía depende menos del sector turístico que otras comunidades y además su estructura productiva es bastante variada y diversificada, aunque tenemos una carencia importante que es la industria. El sector industrial supone alrededor del 10%, frente a países europeos que llegan al 30%. Si estuviéramos en torno al 20% me parecería razonable pero un 10% es muy poco, y eso que incluimos ahí la agroindustria, que es muy potente en estas dos regiones.
P. Diversos estudios creen que acabaremos el año con una tasa de paro del 24% aproximadamente en Andalucía. ¿Saldremos algún día del furgón de cola de Europa?
R. Ese es el gran mal del sur de España. Los tres males que tenemos en nuestro país se resumen en las tres D: el desempleo, la deuda y la desigualdad. Son nuestros tres "demonios", que también tiene D. En el caso de Andalucía y Extremadura, el nivel de desempleo juvenil es insoportable y es una vergüenza, porque ya es algo estructural que venimos sufriendo hace tiempo. Nunca, ni en los mejores momentos de la economía, hemos estado cerca de conocer lo que es el pleno empleo, como bien conocen en otros puntos de Europa. Pero no es una maldición bíblica ni tiene que ser así para siempre, lo que pasa es que requiere de cambios estructurales y profundos. Y para llevarlos a cabo hace falta que nuestros políticos piensen a largo plazo, más haya de su etapa electoral de cuatro años. Nos cuesta que un político vea más allá de sus próximas elecciones, y los cambios reales requieren más tiempo.
P. La UE lleva años pidiendo a España unas reformas estructurales que no realizamos. ¿Cree que ahora se llevarán a cabo a cambio de los Fondos Next Generation o que el Gobierno los frenará?
R. Bueno, el Gobierno ha presentado un Plan de Resiliencia que incluye precisamente numerosas reformas y se supone que debe cumplir y ponerlas en marcha. La reforma de la energía, de la que hablamos mucho últimamente, la reforma fiscal, que es muy importante hacerla bien; la reforma laboral… Además, se ha presentado una especie de plan para el año 2050. A mí me parece bien que se mire a largo plazo y que haya debate. ¿Qué modelo de país queremos tener dentro de 30 años? Pues muy bien. Lo que sí creo es que esos debates sean lo más abiertos posibles y que se escuche mucho, porque la forma de gobernar o una empresa ha cambiado por completo.
P. ¿En qué sentido?
R. En una empresa como la mía, había un empresario que tenía una visión estratégica y marcaba el rumbo a todo el mundo. Hoy en día, es todo distinto. Las estrategias vienen de abajo a arriba, y se trata de escuchar mucho y estar atento a la realidad y a los cambios que hay en la calle. Y también a nivel mundial. Es que ha cambiado el orden mundial ya. Tenemos a EEUU y a China como líderes de la economía mundial mientras Europa nos estamos quedando ahí en tierra de nadie y atrasados en muchas cuestiones. Y España se encuentra a la cola de Europa. Y Andalucía y Extremadura a la cola de España. Fíjese si hay cosas que cambiar como para conformarnos con volver a la situación previa a la pandemia…
P. ¿Está gestionando bien el Gobierno estos fondos?
R. Hombre, lo que notamos es que se están retrasando mucho. Los empresarios hemos hecho los deberes en tiempo y forma para presentar los proyectos que nos pedían antes de fin de año. Todavía a estas alturas hay un gran desconocimiento sobre qué criterios se van a usar para conceder esos fondos. Y eso genera dudas. Yo creo que lo peor que nos puede pasar como país es que desaprovechemos esta oportunidad y que malgastemos el dinero en cosas que no son necesarias en lugar de herramientas que permitan transformar el país. Eso sería una auténtica desgracia. Y tan importante como tener esos criterios claros es luego saber gestionar administrativamente todos esos expedientes y esos fondos. No sé si estamos preparados para ese reto.
P. Las comunidades autónomas piden mayor participación…
R. Tenemos que usar todos los medios posibles y a todas las administraciones públicas que puedan ayudar porque nos jugamos mucho. Y también necesitamos ir todos a una, desde los partidos políticos y desde los territorios. Ya hemos visto en los últimos días ejemplos claros de descontrol con cambios de leyes y normativas de un día para otro y de una región para otra sobre el horario de la hostelería. Ese no es el camino. Es un mal ejemplo. Como hagamos lo mismo con los fondos y nos dediquemos a tirarnos los trastos a la cabeza unos a otros, esto será una desgracia para todos.
P. La Junta de Andalucía cambió de color político hace dos años y medio. ¿Han notado cambios de políticas o gestión?
R. Bueno, ha habido cambio tanto en Andalucía como en Extremadura, aunque en distinta dirección. Sin embargo, desde Cesur percibimos que mantienen una política parecida, de estabilidad y de largo plazo, que los empresarios agradecemos. Notamos que se nos escucha y que hay una política de estar cerca de las empresas y de simplificación administrativa. Parece que por fin somos todos conscientes de lo importante que es hacer fácil a la empresa trabajar y crear riqueza y empleo. Es un momento muy bueno en ambas comunidades.
P. Usted habla de estabilidad, pero en Andalucía hay partidos como Vox que piden elecciones anticipadas. ¿Qué opina de ese posible adelanto?
R. El empresario siempre valora la estabilidad y busca ese horizonte de tranquilidad para la inversión. Cuatro años de legislatura ya son pocos para llevar a cabo cambios profundos pero menos de eso es una barbaridad. Sería un error convocar elecciones por motivos partidistas. Ya lo sería en cualquier momento pero ahora más, cuando estamos saliendo de la pandemia y de la crisis económica, cuando necesitamos estar concentrados en la gestión de los fondos europeos y la recuperación… Ni hablar.
P. ¿Qué sectores ve ahora como posibles motores de la recuperación?
R. Son muchos. En Andalucía debemos aprovechar el sector de la energía, donde somos una región productora y debemos serlo más. Tenemos dos refinerías, tenemos un sector químico cada vez más importante, un sector minero en alza, especialmente del cobre, que fue el material por el que vinieron aquí los fenicios, y va a ser un material fundamental en la digitalización.
P. Extremadura está liderando la inversión nacional en parques solares fotovoltaicos. ¿Cómo lo ha hecho?
R. Creo que han tenido visión a largo plazo y ha apostado por ello. Eso da mucha seguridad a los empresarios, que ven que la Administración pública va contigo de la mano y no te percibe como un enemigo sino como un aliado. Ese es el gran cambio. Porque a partir de ahí, se pone en tu piel y es consciente de la necesidad de la simplificación administrativa para evitar años de espera y te facilita las cosas. Andalucía también va por ese camino y creo que también va a tener mucho que decir en materia de parques solares.
P. Ha llegado la revolución digital, o al menos eso intenta impulsar Europa. ¿Estamos preparados?
R. No solo estamos preparados sino que creo que estamos en muy buena posición de salida. Obviamente, en España estará basado en Madrid y Cataluña, pero detrás, Andalucía tiene mucho que aportar, porque tiene talento, tiene capacidad, y tiene parques tecnológicos como el de Cartuja o Málaga que van a facilitar esa revolución. En Andalucía estamos mucho mejor en este sector de lo que creemos. Y este 'boom' del trabajo 'online' ha hecho que muchos profesionales y muchas empresas se den cuenta de lo bien que pueden trabajar disfrutando de un lugar como Andalucía, una región muy buena para vivir.
P. Varias multinacionales han anunciado en las últimas semanas que instalan centros tecnológicos en la Costa del Sol… ¿Va a ser verdad lo que decía hace 40 años el presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla de que Andalucía podría ser la California de Europa, o el nuevo Silicon Valley?
R. Tenemos muchas condiciones para ello pero nos lo tendríamos que creer primero. Es vedad que hay muchas cosas que cambiar. Por ejemplo, para parecernos a Silicon Valley nos hace falta más mentalidad emprendedora. Aquí hay mucho talento pero hace falta mucho emprendimiento y muchos inversores, gente que se arriesga y su gran pasión es crear y ser emprendedor, mientras que aquí la gran esperanza sigue siendo hacer una oposición y ser funcionario. Eso es un déficit que debemos cambiar. No podemos depender de que Google o cualquier otra multinacional venga a invertir aquí, sino de que nosotros lo hagamos.
P. ¿Ve a Andalucía con esa capacidad?
R. Hoy en día el conocimiento está más al alcance de lo que nunca ha estado. Hoy en Andalucía se puede montar un satélite espacial y conseguir la tecnología adecuada. Lo que falta es esa capacidad de creer en ello. Es verdad que seguimos teniendo un déficit de formación en todos los niveles, porque para crear ese satélite hace falta tanto gente que lo diseñe como técnicos que lo fabriquen.
P. El sector aeroespacial era una apuesta de futuro de Andalucía que parece que se está cayendo. ¿Le preocupa o es una situación coyuntural?
R. Es un tropiezo coyuntural. La pandemia ha hecho que dejemos de viajar y las compañías aéreas no invierten, por lo que dejan de fabricarse aviones. Pero esto va a durar unos años hasta que recuperemos la normalidad y el número de vuelos va a seguir creciendo. El sector aeronáutico y el aeroespacial son sectores de futuro en Andalucía que nos darán muchas alegrías.
P. Un sector que usted conoce bien es el de la Defensa. Andalucía parece bien posicionada con los aviones, los astilleros, los carros de combate…
R. Efectivamente, es otro sector de futuro. Aquí lo que tenemos que conseguir es que la Defensa no sea un sector para tres o cuatro grandes empresas sino que involucre a otras muchas ramas del sector industrial. Por ejemplo, mueve mucho en tecnología. No olvidemos que internet o la aviación se desarrolló para la defensa. Tenemos que conseguir que esa parte puntera y de vanguardia de la Defensa llegue a nuestras empresas, y no solo a las más tradicionales. Está muy bien que el Ejercito de Tierra vaya a montar una nueva base en Córdoba, pero también es necesario que las empresas de tecnología andaluzas participen en el desarrollo de nuevos programas. En Andalucía tenemos muy buenas empresas de videojuegos punteras, que no se plantean entrar en el mercado de Defensa, cuando buena parte de las inversiones van a ser en simuladores que aplican la misma tecnología.
P. Vuelve a crecer con fuerza el sector de la construcción. ¿Puede ser una nueva burbuja?
R. No lo creo. El sector ha aprendido de los errores del pasado. Es verdad que hay un crecimiento tanto de vivienda nueva como de reformas, pero en otro contexto. Hay una calidad constructiva mucho mejor que hace una década, en un sector muy profesionalizado y con nuevos parámetros de sostenibilidad medioambiental. Pero no creo que haya ese componente especulativo que hubo en su día ni una burbuja.
P. ¿Qué es Cesur a día de hoy y qué quiere ser cuando sea mayor?
R. Bueno, yo creo que ya es bastante mayor a día de hoy. Somos 160 empresas de Andalucía y Extremadura y más de 250 profesionales, que conforman una asociación de empresarios y de directivos que no están para defender sus intereses particulares sino para aportar sus conocimientos y sus ideas para los intereses generales. Existen organizaciones empresariales que ejercen su representación para defender a sectores o intereses particulares, como la CEOE o la CEA. Nosotros lo que somos es un grupo que defiende su tierra y muestra su disconformidad con la situación actual o su rebeldía sobre el lugar que ocupa esta tierra en el conjunto de España y de Europa cuando creemos que puede aspirar a más. Por eso, Cesur es un 'think tank' que realiza estudios pero también le gusta actuar, proponer, impulsar cambios y proyectos.
P. Hay quien creerá que ustedes ejercen de 'lobby'…
R. Es lo opuesto a un 'lobby'. Nunca ha estado en la agenda de Cesur defender ningún interés privado o particular de ninguno de sus socios. Que quede claro defendemos intereses generales y esta asociación es un síntoma más de compromiso y amor a esta tierra.
P. ¿Qué tal va su relación con la CEA?
R. Creo que cada uno tiene su rol y juega su papel. Somos complementarios y cada uno defiende cosas distintas, aunque con funciones diferentes. Todos reconocemos la labor de los empresarios y su compromiso con la sociedad. Me gusta decir que la principal responsabilidad social corporativa de una empresa es sobrevivir para seguir creando riqueza y empleo. Con eso ya se hace mucho. Pero es que además, durante estos meses hemos visto cómo muchos empleados y muchos empresarios se han volcado en ayudar. Nosotros queremos seguir en esa línea de ayudar, también desde las ideas e impulsar cambios.
P. ¿Cuál sería el principal cambio que le gustaría impulsar en Andalucía y Extremadura?
R. La educación. Convencer a los políticos y a la sociedad andaluza y extremeña de la prioridad que es invertir en educación. El futuro depende de cómo formemos hoy a nuestros niños y jóvenes. Hay que educar en conocimientos y también en valores, incluido en el emprendimiento, en asumir riesgos. Porque en el sur de España tenemos muy buenos emprendedores, pero tenemos pocos. Y aún arrastramos un nivel inaceptable de fracaso escolar. No parecemos darnos cuenta de que ese fracaso escolar de hoy es el desempleo del mañana. Creo que la educación será la clave del cambio de esta tierra.